miércoles, 29 de octubre de 2008

Ayer.
Creo que este es mi momento de soledad mas absoluta. Nunca me habia sentido tan lejos de todas las personas a las que quiero. No hay nadie a mi alrededor. Hay solo la promesa vaga de otras personas. Ninguna coneccion inmediata. Ningun alma gemela. Lo unico que hay son los ojos de C., empaticos. El se a cuenta, y me mira mostrandome que se da cuenta. Dios mio. Alguien que te mire caminando por los pasillos y sepa que estas triste. Siempre he deseado a alguien que simplemente sepa. Aunque digo, a lo mejor ahora es muy evidente, he estado conteniendo las ganas de llorar por los pasillos de la tienda, deteniendome en las esquinas y los rincones para respirar profundo. Y es que es mi cumpleanios y nadie a mi alrededor lo sabe -excepto la amiga de N. quien se ofrecio generosamente a sacarme un rato para celebrar. Pero la pobre se levanta a las 5 de la maniana y necesita dormir temprano y yo salgo hasta las siete de la chamba y sigo sin varo y no nos conocemos y hace mucho frio, asi que decidi vivir el asunto asi en toda su soledad sin paliativos. Este es un momento absolutamente nocturno. Me quiero recargar en los brazos de alguien, en el pecho de alguien, y no hay nadie. Todo lo que hay es la certeza de que finalmente, resisto. Tontita, fragil, sufriendo por la carga simbolica de este 28 de octubre que hace evidentes todas las ausencias. Personas a las que extranio y no puedo hacer nada, mientras el dia avanza, mientras todo se oscurece, y llega la noche, y nadie esta realmente cerca, de mi. Y estoy aqui, y nada se rasga, nada se rompe, no hay heridas ni sangrado externo, ni hemorragia interna, y yo resisto, y ay la llevo.

HOY.

Llegue a la casa con mi bolsita del mandado, y aqui estaban Frank y Rodrigo, y me dijeron que les hubiera avisado, y me pusieron las manianitas (todo lo que Rodrigo tenia a la mano eran las manianitas de Cepillin, y de alguna manera estuvieron perfectas), y bebimos cerveza y una copita de vino que Rodrigo saco del refri. Asi que no fue un cumpleanios completamente invisible.

Y asi es esto. Todo esta iluminado o deformado por cristales intensos, a veces casi absolutos. Cuando es felicidad es euforia, sin un detonante claro, solo corrientes electricas y danzas en los pasillos cuando nadie mira y esta puesta alguna cancion que si me gusta, y hay algo que la gente reconoce y algunos clientes se me acercan y me preguntan por que estoy feliz, y yo me rio y les digo que no se. Cuando es oscuridad es todo negro sin matices y C. me mira desde su puesto de vigilancia y
sabe. Sea lo que sea, no hay calma, no hay muchas posibilidades para adormecerse. Y eso es bueno.

1 comentario:

kissel dijo...

hola Jimena, gracias por el comentario y muchas felicidades, aunque un poco tarde. Tus palabras me movieron (eso de la soledad me afecta mucho)ojalá pronto estes mejor. No creo que pueda ir a Toronto, voy a estar en Montreal una semana más, estaría bien para conocerte, pero bueno quien sabe tal vez algun día regrese por acá, por lo pronto espero seguir en contacto por aquí. Cuidate mucho y mucha suerte...