jueves, 16 de octubre de 2008

Tiempos laborales

8 horas del dia ocurren todos los dias en el pequenio mundo del supermercado. Me ando moviendo todo el tiempo, pero muchas veces, me gustaria detenerme y platicar, por ejemplo con C., que es manager y tiene un vistoso tatuaje en el cuello y la nuca y la mirada fija y un poco dura, y grita muchisimo, y tiene un sentido del humor abusivo y dice fuck, todo el tiempo. Uno de mis primeros dias en la chamba estaba en la parte trasera de la tienda, a donde llegan los proveedores con sus grandes camiones para entregar mercancia, y vi a C. gritando como maton newyorkino a alguien afuera: What the FUCK, GET THE FUCK AWAY FROM MY STORE RIGHT NOW, DON'T COME NEAR THIS PLACE!! Y yo, pense que a lo mejor Toronto me iba a mostrar finalmente alguno de sus lados mas oscuros y esperaba ver a algun delicuente heroinomano y medio ido tratando de escabullirse por la parte trasera o algo asi, pero en lugar de eso, de un camion de refrescos salio un hombre como de 60 anios y rostro asiatico y sombrero de pescador y ademanes parsimoniosos, a quien C. le seguia gritando GET THE FUUUCK AWAY FROM MY STORE, IS COREA FREE DAY, TODAY, a lo que el hombre respondia con una sonrisa serena desde un estado de animo ironico y zen, mientras C. decia cosas cada vez peores, sin ningun limite, y se aventaba lineas del tipo "Your wife doesn't get mad because she was with me all night", a lo que el coreano respondia sin inmutarse ni un poquito "Yes, she likes that young stuff". Y asi, por cinco minutos divertidisimos, que acabaron con el coreano diciendole dulcemente a C. "Hey, have a great fucking weekend", y C. respondia you should bring your kids someday, y los dos se despedian como amigos de toda la vida. Y tambien me gustaria detenerme a platicar con D. (quien, por otro lado, parece que nunca se detiene), alto y delgado, tambien con un tatuaje en el cuello y la piel roja como de vikingo y los rasgos afilados como de marinero. Camina para todos lados con rapidez y energia, siempre asumiendo con estoicismo las consecuencias del ultimo desastre sin dejar de hacer comentarios ironicos acerca de su recien adquirido status como manager (Why did I ever become one, what a fucking headache). Y tambien esta R., el viejecito de las verduras, quien se mueve suavemente empujando los carros llenos de broccoli o manzanas y lo hace chiflando con dulzura, tiene la voz muy delgada y ronca y quebradiza, y es el unico que cuida de no ensuciar los pasillos, como si estuviera cuidando de no hacerme trabajar en exceso. Creo que es originario de algun lugar de Europa Oriental. Y esta J., flaquito, no muy alto, los jeans siempre le quedan flojos y tiene una manera muy particular de caminar, con pasos largos y ligeros. Me mira, me pregunta como estoy, le pregunto como esta y me explica que esta crudo, que no se siente bien, y luego, mira, me dice senialando su cabeza, con los cabellos parados y revueltos como si se acabara de despertar, No puedo arreglar esto, me dice, le echo agua, y no pasa nada, vuelve a quedar igual. Y hay algo dulce y vital en el y en la manera en que se conecta con los demas, que me derrite un poco todos los dias, pero especialmente hoy, su cabello revuelto me hizo sonreir cada vez que me lo tope en los pasillos.

Y sigo haciendo mi chamba entre los canadienses quienes en general se portan muy bien y cuando me ven limpiando algo me dicen "Oooooh, very good job, ei? It loooks beeautyfuuuuul, just like new!, o me sonrien y comentan al pasar junto a mi, working hard ei? Y hace poco alguien se acerco mucho a mi, por detras, y susurro juguetonamente en mi oido: I'm right behind you, y yo voltee y me rei y alcance a ver los ojos azules y las patas de gallo y la nariz grande y afilada de un hombre como de treintaytantos y todo fue muy rapido asi que no lo pude ver bien, solo recuerdo la sensacion de su voz en mi oido y luego la vision breve de su perfil de mirada muy azul. Desde entonces, lo busco en todos los clientes de la tienda, porque tambien estoy enamorada de el, digo, de el tambien, por que chingados no. Y abuelitas dulces me sonrien y me preguntan, oooh, how you're doing dear? Y el super es un espacio publico tan fascinante como el metro o el autobus, pasan los rusos hablando ruso y los chinos hablando chino, mujeres musulmanas con una panioleta en la cabeza, o cubiertas con burcas que solo les dejan los ojos al descubierto, y hombres con turbantes al lado de hombres con corbata, y todas las indumentarias junto a todos los acentos. Asi que en medio de todo, aunque hay momentos en que realmente desearia estar en otro lado, especialmente si el dia es azul y tibio y yo en lugar de estar en las calles o en un parque estoy confinada a la tienda que es como un congelador, la verdad es que tambien ahi, estoy enamorada de Toronto.

Y bueno, C. mi querido C. guardia de seguridad, quien tiene una voz y una risa que llenan el espacio de manera profunda y luminosa. No es un guardia severo, mientras vigila el pasillo de la entrada platica y rie con los clientes, con el cuate de la india que vende tarjetas de credito, y su voz es algo nocturno y calido y mis oidos se han hecho sensibles a ese timbre y se han acostumbrado a buscarlo en toda la tienda (donde, por otro lado, siempre estan sonando exitos comerciales de los 80's, 90's y dos miles, y juro que voy a ser feliz cuando no me vea obligada a escuchar otra pinche y repinche boy band). No se cuanto tiempo lleva C. trabajando en la tienda, pero hace coneccion con todos. Lo he visto acercarse a ancianitas que se inclinan temblorosas sobre sus compras y tomarles las manos suavemente y decirles, hey, how are you, y ellas lo reconocen y le sonrien como a alguien querido. Hoy, por fin, platique un ratito con el en el cuarto del lunch. Parece ser que hoy fue su ultimo dia en la universidad y se gradua ya como trabajador social (vamos por muy buen camino pense mientras lo escuchaba), le interesa trabajar con chavos, en carceles. Su primer amor es la musica (ni mandadito hacer, iba pensando yo mientras tanto), toca el piano, tiene una banda llamada Di-verse integrada por un salvadorenio que rapea y una chava palestina (me presto los audifonos para que oyera una cancion y la verdad es que suenan muy bien), quiere tener su propia disquera algun dia. Cuando le pregunte como conocio a la gente de su banda me explico que en la iglesia (oooh, pero si ibamos tan bien, segui pensando para mis adentros). Asi que es religioso. Y yo aprecio el asunto espiritual pero no soy muy buena para el asunto dogmatico. Tengo ganas de seguir platicando con el. Me encanto la forma en que le apasionan las cosas que le apasionan y la forma en que sonrie ampliamente y sube el oscuro tono de su voz hablando de ellas. Me gusta la forma en que se conecta con el mundo, como queda claro en su forma de conectarse con el microcosmos de la tienda. Siempre esta platicando y riendo, verdaderas conversaciones y no comentarios banales sobre el clima, con la gente que esta a su lado, y su risa es un temblor brillante y azul, completamente azul. Le dije que el dia se me habia hecho interminable porque andaba necesitando una aspirina desde que empece la jornada en el trabajo, y el fue despues a la oficina de los managers, y me busco por la tienda para darme una pastilla de Tylenol. Mi heroe. Mi caballero de luminosa armadura.

2 comentarios:

kissel dijo...

interesantes palabras, saludos

Anónimo dijo...

Wow!! Te estarás enamorando Jimenovna?, Cuidate mucho y que afortunado C. de tenerte cerquita, seguro tendrá los ojos muy bien abiertos para darse cuanta de la constelacón que esta a su lado. Te mando muchos abrazos.