lunes, 27 de octubre de 2008

Haydee vino a Canada, y sabia que yo queria leerlo y que preferia intentarlo en ingles, asi que me lo compro y me lo llevo a Mexico para que viajara conmigo de regreso a Toronto. "On the Road", de Jack Kerouac. No la novela (que no he leido y tambien NECESITO leer), sino el manuscrito original. Es el mejor regalo que pude haber recibido justo ahora. Lo estoy leyendo deeespaaciooo, a la hora del desayuno o la cena, en los descansos durante la chamba. Otro himno a las periferias, donde TODO sucede, rapidamente, sin pausas, y las personas se entregan sin contenciones, a todo, a los minutos del dia y a los impulsos subitos de la noche y a la dulzura de las cosas y a ciertas variantes luminosas de la locura. No hay diques para el tiempo en el que ellos estan vivos. Son una estampida que se enciende y se quema, son incendios veloces sobre el asfalto, piden aventon a la orilla del camino, se tienden al lado de los vagabundos en el pasto de las iglesias, se quedan sin dinero para comer, se paran de cabeza en el centro de la borrachera, se pierden en fiestas multitudinarias de tres dias y tres noches, guardan un silencio maravillado para escuchar el mecanismo fragil de una cajita musical, de un minuto al siguiente se lanzan en busqueda de la orilla opuesta del pais, de Nueva York a San Franciso a Nueva York a San Francisco. El cuerpo es algo que les vibra y se sacude y se incinera, azotado y calado y acariciado por todos los sentidos y todos los contactos, y todo esta floreciendo y derrumbandose en sus vidas.

Lo mio, en este momento, es la construccion acelerada de una vida desde el papel en blanco de un pais nuevo. Pero no es el camino. El camino es otra cosa. Es una libertad mas violenta.

Por mucho tiempo sostuve conmigo y en mi contra adoloridas discusiones existenciales. Ahora empiezo a saber con una exactitud casi cristalina en que consisten mis suenios. Quiero pisar Africa el anio que viene. De alguna manera, ser modestamente util en el espacio que me separa y me comunica con las otras realidades del mundo.

Pero tambien esta ahi, todavia esta ahi, todo el tiempo esta ahi, el demonio del camino, esperando el momento de su exorcismo. La deriva en dosis absolutas y concentradas puede resultar una adiccion peligrosa. Y quienes no la prueban, quienes no enloquecen, por lo menos una vez, dos veces, se pierden de algo muy dulce. Y yo quiero probar, por lo menos una vez esa dulzura, no me la quiero perder, quiero decir, una vez, no se a donde voy, pero "I dig life", quiero estar con alguien mas loco que yo, mucho mas, y que nos quememos juntos... "burn burn burn like Roman candles in the night". Pronto.

A veces, me da por pensar que los mas hermosos destellos humanos ocurren fuera de las multitudes y los ordenes y los sistemas. Y que la dulzura no esta en perseguir un objetivo concreto sino en caminar por algunos minutos o algunos meses o algunos anios sin una direccion definida. En movimiento. Sin pausas sin frenos sin brujulas sin programacion sin horarios. (Ojala estuviera hecha yo de una materia cotidiana mas audaz que la mia.)

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