domingo, 9 de mayo de 2010

Los días pasan despacio. Fuera de la vida, a veces, fuera del tiempo. Como en otra época, una electricidad silenciosa atraviesa mis manos para que se cierren, como puños, y rompan, de una vez, alguna ventana. Y nada nace, nada vuela, todo está suspendido, cargado, azul, todo tiembla, como el silencio tiembla, en las tardes inflamadas del verano.

No-pa-sa-na-da. Pasa el camión del gas, el camión del pan, pasa el sol y todo se muere por las noches y regresa luego idéntico a sí mismo, por la misma calle, por la misma tarde.

Y la sal, la vieja sal, la nueva sal, la sal de todos los días, la milenaria destilación de mis ojos, espolvoreada en mis pulmones, en las membranas de mi estómago, me susurra oscuridad, noche, ningún huracán, ninguna lluvia, silencio congestionado, enredado sobre sí mismo. Los días están apretados, como laberintos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ya falta menos, cada dia es un dia menos que se suma a la promesa de el rencuentro feliz con el ser amado procura construir algo que de frutos en ese instante, con ese amor, con toda esa electrica energia, por que el sueño sera realidad y la felicidad ya es parte de tu vida. ya tiene direccion y metas, construye, construye, vive, vive, vive! que el futuro se alimentara de tus sacrificios y esperanzas de ahora...

alguna vez encontre esta poetica descripcion de un alma, no la abandones, mucha suerte y bendiciones en adelante:


Translúcida, ambarina. Por dentro, mi sangre es algo que se escapa, siempre, hacia constelaciones calladas. Mis cabellos están enredados, como ovillos, con la sombra de nubes y la silueta de pájaros, y la luz tenue de planetas milenarios. Y en el fondo de todo, como la promesa más dulce, están las jaurías hambrientas, aquellas que exigen amenazas, que reclaman sangre, cicatrices luminosas.

Recuerdan. Que quiero ser palpada en médulas dulces y secretas. Quiero que me corten madura del tallo, y que me coman con frío, con hambre, con sal. Quiero correr, aunque sea una sola vez, como venado.

un gran beso

NAVEL dijo...

"Watching the Wheels" Cantaba Lennon, era un lindo canto y lo es todavía, estar en la vida y tener el privilegio de verla y de vivirla, sentir el aire y advertir los detalles es parte de crecer en la dirección correcta, a pesar del sentido in-común que dice lo contrario.

Sigue siendo grato leerte...
Saludos.

Jimena dijo...

Muchísimas gracias por la calidez de sus mensajes.
Les mando un gran abrazo de regreso, quien quiera que sean, donde sea que estén.