sábado, 11 de septiembre de 2010

semana número uno

Se llega a la comunidad tomando un camión que sale a las seis de la mañana y cruje y se bambolea mientras avanza. Saliendo de Morelia el camión se mete en la neblina, en la sierra húmeda, no hay paisajes, sólo una densidad gris y la silueta de los árboles más cercanos. El agua flota y con el frío se condensa suavemente en todas las cosas. El chofer es un chavo simpático, irreverente, nos asusta diciendo que la carcachita a lo mejor no avanza hasta donde vamos y nosotras, las dos nuevas “maestras” de La Ciénega, miramos con angustia nuestros mochilones. Pero el camión sube y nos deja a la entrada de la escuela, así que el asunto es mucho menos heroico de lo acostumbrado en el conafe; no hay que subir montañas a pie, no hay que atravesar la sierra por 8 horas para avanzar luego a caballo por 4 horas más. Hay luz, hay dos salones de concreto (uno para la primaria y otro para la secundaria), hay baños, hay lo que se siente como una medida de opulencia. Tengo 17 alumnos, de los tres grados, y soy la única maestra. El Instructor que estuvo ahí el año pasado era un tipazo, no lo conozco, pero se ve que era un tipazo, los chavos no dejan de hablar de él, son un grupo disciplinado, muy despierto, se nota que han aprendido, se nota que tuvieron un maestro chingón. Se me hace un hoyito en la panza pensando en que ahora son mi responsabilidad y no quiero echar nada a perder. Muchos vienen de otros ranchos donde no hay secundaria, y caminan una hora todos los días para llegar a la escuela. Ni uno solo llega tarde. Si les pido que investiguen algo en la biblioteca, investigan de una vez 5 cosas más; quieren retos, me van a traer en vilo. Me he dormido tarde todas las noches preparando las clases del día siguiente, me falta mucho por aprender, quiero ser una buena maestra, aunque sea una maestra más o menos digna de estos alumnos, brillantes, llenos de luz hasta el tope. No hay descanso. Es un trabajo de todo el día, y parte de la noche. Me tiemblan las manos y sueño, muchísimo, sueños modestos: conseguir libros para la biblioteca (que los chavos tengan la oportunidad de disfrutar una buena novela), conseguir documentales, conseguir de algún modo que suba hasta allá una noche un telescopio y que puedan ver algo así como los anillos de Saturno.


La Ciénega está ubicada en una meseta en lo más alto de una montaña. Otras montañas la rodean pero casi nunca se ven porque día y noche en tiempo de aguas todo está cubierto por las nubes, no hay horizonte, ninguna línea, sólo humedad gris. A los diez minutos de estar ahí ya tenía los tenis empapados y los calcetines hechos una sopa. Anda uno siempre con la sensación de estar mojado y tener frío. Pero los últimos dos días salió el sol un ratito y mis pies estuvieron secos, y aparecieron pedazos de la sierra, azules, lejanos. Cada semana una familia diferente se hará cargo de mi alimentación y hospedaje. Esta semana me trataron como reina, me quedé en casa de Doña Juventina, quien tiene un corazón oceánico, generoso. La semana que viene me toca quedarme con una familia de “El Laurel”, que está como a una hora de camino. Todos dicen que ahí está muy bonito. A mí La Ciénega me pareció preciosa así que ahora me muero de curiosidad, habrá que aprevenirse la cámara y tomar muchas fotos.

Estoy enamorada de todos mis alumnos. También estoy enamorada de Doña Juventina.Estoy exhausta. Me siento feliz.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Increibles aventuras!!

Me gusta tu alma muchacha!, me gusta como escribes, me da gusto tanta belleza en algun sitio del planeta... muchos abrazos!

Jimena dijo...

Abrazos de regreso Atl, mucha suerte en el dulce-hermoso defectuoso.

todavia dijo...

Te lees feliz =)

Eres buena maestra, basta con ver como te preocupa hacer un buen trabajo para comprobarlo.


Fotos, si si, fotos, como estas de tus niños. Con mucha mucha luz.

Jimena dijo...

Uich, me falta aprender muchísimo, soy una maestra medio desorganizada y muy distraída :S, pero me gusta la sensación de estar involucrada en algo que me obliga a tratar de ser mejor.
Prometo más fotos! Gracias, Todavía.
:D